POLITICA

domingo, 26 de abril de 2009

CONDUCTAS SOCIALES (parte 2)

Hace ya algún tiempo se dijo del periodismo que era el 4º poder, poniéndolo en un mismo plano con el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Con el correr del tiempo esta afirmación cobra cada vez mayor severidad. Todos los medios de comunicación representan intereses, ya sea económicos como políticos, o ambos a la vez. La cobertura de una determinada noticia hace que la misma se instale en la población y cobre características de polémica nacional. Hace algunas semanas apareció la noticia de una profesora que salía con un chico de 16 años. Esta noticia fue contemporánea al terremoto en Italia que mató a cientos de personas. La primera abarcó horas y días en todos los medios (gráficos, radiales y televisivos), la cobertura de la segunda fue mucho más modesta. Llevada por la espectacularidad con que se trató el caso del chico con su profesora la población debatió el tema durante varios días. Este es un claro ejemplo del poder de los medios y la incidencia de los mismos en las conductas sociales. Aquí la finalidad fue netamente económica, mucha gente consumiendo semejante pavada generó un excelente negocio. Cuando se sucedió el conflicto con el campo pasó algo parecido, solo que en este caso el interés económico se complementó con el interés político. Cada medio fue dejando objetividad y tomando partido para uno u otro lado estimulando una conducta social muchas veces corporativa en determinada dirección. En esa oportunidad hasta se salió a la calle bajo la proclama de “todos somos el campo”. En realidad fueron los sectores de clase media los que mayoritariamente se manifestaron en este sentido, casualmente los mismos que por razones más o menos parecidas y por estímulos más o menos parecidos no salieron a respaldar al gobierno cuando en 1993 fue abucheado en la sociedad rural, generando un evidente golpe institucional. En la historia hay cientos o miles de casos en que los medios llevaron a la población a manifestaciones instintivas y definitivamente sin sentido, muchas veces empujándola a patéticas contradicciones como el “que se vallan todos” para luego terminar votando a los mismos.
La desigualdad social (cada vez mayor) potencia todo esto. Existe una mayoritaria sociedad consumidora que se queda con la peor parte del bastardeo mediático. Hay para este sector un amplio menú de propuestas mediáticas especialmente diseñadas para ellos. No van a salir a la calle con cacerolas pidiendo la vuelta al aire de Mauro Viale, ni reclamando por algún fraude en veredictos de “El muro infernal”. Pero sí van a continuar consumiendo de lo mucho y malo que seguirá forjando su conducta social, seguirán sin saberlo tejiendo la gran trama que representará el sustento de los que de ellos viven (y viven bien), seguirán víctimas de la crisis de representación, del dedo inquisidor que juzgará sus conductas El mismo dedo que los puso donde están.
Tengo hijos adolecentes que formarán parte de las próximas generaciones. De ellas saldrán los futuros periodistas, los futuros gobernantes y la futura sociedad. Ellos se impregnarán de la cultura heredara y cumpliendo con su rol transitivo la trasladarán a sus hijos. Por lo pronto nosotros seguiremos construyendo historia, aferrados con firmeza a la mano de los medios de comunicación que nos guiarán paternalmente por los caminos que debemos transitar.

3 comentarios:

  1. Amigo Nito, nadie está forzado a ver determinado canal y a escuchar determinada radio o a leer determinada noticia. No ser libres creo que también es una elección

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  2. Texto citado en Piazza, los chorros y el periodismo.

    En caso de no estimarlo adecuado, favor comunicarlo y lo elimino, sin enojo ni resentimiento.

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  3. Gracias Luis por la referencia. Desde luego podes disponer lo que quieras del blog. Abrazos.

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